Filed under: Clasicismo
El concierto solista, durante el periodo clásico, tiene tres rasgos que lo distinguen de las demás formas de la época:
1. Tres movimientos: La forma de tres movimientos se parece al esquema de la sinfonía sin el minué (rápido-lento-rápido).
2. Doble exposición en el primer movimiento: La primera exposición la toca la orquesta, la segunda el solista acompañado por la orquesta.
3. Una cadenza. La cadenza es un fragmento para exhibir las capacidades técnicas del solista. Generalmente se presenta al final del primer movimiento. La cadenza en el periodo clásico no estaba escrita, y se dejaba que el ejecutante la improvisara en el concierto. Una curiosidad: Beethoven escribió las cadencias desde el 5º Concierto ya que quedó horrorizado al escuchar la cadencia que tocaron en un concierto de Mozart.
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